martes, 21 de mayo de 2013

Los EDULCORANTES ARTIFICIALES se asocian con fallo renal, diabetes, obesidad, partos prematuros, hipertensión e incremento de la mortalidad.



Los edulcorantes artificiales suelen ser subproductos químicos de algún aminoácido, cuya particularidad es ser mucho más endulzantes que el azucar (la sacarina tiene 300 veces más poder endulzante y la sucralosa 600) por lo que es necesaria una ínfima cantidad de edulcorante para endulzar una comida, y con ello, existe una reducción calórica y de azúcar que podría ser una ventaja para tener un peso saludable y para los niveles de glucosa en sangre de los diabéticos y del resto de la población. La ecuación parecía sencilla a nivel teórico.

La realidad es que, según los datos que maneja la propia OMS, el número de personas diabéticas en el mundo va a duplicarse en los próximos años. Los que quieran fiarse de las instituciones sanitarias gubernamentales y sus llamamientos a la calma y a la prudencia pueden irse. El que quiera entender por qué el cancer, la diabetes, o la obesidad aumentan de forma vertiginosa, que siga leyendo…


Los edulcorantes son insulinogénicos y elevan los niveles de azúcar en sangre.

Toda esta espiral metabólica crece como una bola de nieve: la exposición a la insulina constante genera resistencia a la insulina, y el cuerpo trata de hacer frente a esa resistencia a la insulina tratando de señalizar a las células con un mayor aporte de insulina. Esta situación desemboca en síndrome metabólico (hipertrigliceridemia, hipertensión, disminución HDL, hiperinsulinemia, hiperglicemia) y finalmente, diabetes. Las personas con diabetes tienen hasta un riesgo 800% mayor de padecer un ataque al corazón según se desprende de estudios en distintas cohortes.

Adicción al dulce y respuestas neurológicas: el link hacia la obesidad.

El sabor dulce, sea calórico o no, aumenta la sensación de hambre y estimula el apetito. Un endulzamiento más potente, como el que producen los edulcorantes, genera mayor adicción.

Edulcorantes y aditivos artificiales: ausencia de toxicidad no significa inocuidad.

La toxicidad no estudia exposiciones prolongadas a dosis bajas consideradas toxicológicamente “seguras”. Es importante entender que ausencia de toxicidad no significa inocuidad para el organismo. Un cáncer en un ser humano puede tardar décadas en desarrollarse, desde el inicio de las primeras células tumorales. Un menu del burger con patatas fritas en aceite vegetal barato (altamente inestable al calor y altamente tóxico) y refresco no provoca toxicidad, pero esto no lo convierte en inocuo ni conveniente para la salud. Sabemos por un documental lo que sucede tomando 3 menús diarios de McDonalds durante solo unas semanas. Ni que decir del tabaco: no es historia antigua, estamos padeciendo las consecuencias de las mentiras disfrazadas de ciencia. Fue el mismo cuento: no existen evidencias de que sea dañino, decían los grandísimos hijos de sus madres hace 30 o 40 años, y para cuando hubo “pruebas”, ya era imparable la muerte de millones de personas en todo el mundo.

Diabetes, hipertensión, fallo renal, infartos, osteoporosis, y aumento de la mortalidad


Consumir más de un bote de refresco light a la semana se asocia con mayor riesgo de mortalidad, asociación que no encontraron con los refrescos azucarados, ajustados factores de confusión como diabetes e IMC entre otros (Paganini-Hill 2007). Los refrescos light se asocian además con mayor incidencia de hipertensión (Winkelmayer 2005) y diabetes (Schulze 2004) .
El estudio Framingham Osteoporosis Study encontró una pobre mineralización ósea entre los consumidores de refrescos light y azucarados en mujeres (Tucker 2006).

Obesidad: mientras más edulcorantes se toman, más gorda está la gente.

 

Conclusión

Una interpretación amplia deja ver que la diabetes, obesidad, cancer, enfermedades autoinmunes y neurológicas no paran de aumentar sin aparente explicación, y este aumento coincide casualmente con el cambio de alimentación desde productos naturales hacia productos refinados, fumigados con pesticidas, tratados con antibióticos y hormonas, y posteriormente procesados y bañados en aditivos de todas clases… no se puede mirar para otro lado y hacer como que no está sucediendo nada. Se ha seguido el consejo médico: se ha disminuído el consumo de tabaco radicalmente, el colesterol, la hipertensión, toda la población de riesgo ha sido redirigida hacia una dieta sin azúcar, baja en grasa, está polimedicada con estatinas, antihipertensivos, y fármacos “cardioprotectores” de todas clases. Y sin embargo, a pesar de las promesas de la medicina, todas las enfermedades crónicas siguen aumentando exponencialmente, paralelamente a la dieta industrial que consumimos y que considero la causa de todos los males, formada por:
Pesticidas y residuos pesados en la agricultura, pesca y ganadería.
Aditivos alimentarios.
Procesamiento térmico e industrial de la comida.
Antibióticos y hormonas sintéticas.
Exceso de hidratos de carbono en conjunto y calorías baratas provenientes del azúcar y grasas vegetales baratas.
Exposición excesiva a sustancias químicas y radiaciones.
Alteraciones psíquicas y emocionales, agravadas e inducidas por esta nutrición tóxica.


FUENTE: http://www.muscleblog.es/2011/11/los-edulcorantes-artificiales-se-asocian-con-fallo-renal-diabetes-obesidad-partos-prematuros-hipertension-e-incremento-de-la-mortalidad/


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